El ajuste de los horarios a la disponibilidad de luz natural, por motivos de ahorro energético, debe ir acompañado de un adecuado uso y diseño de los sistemas de iluminación exterior. Se hace necesario el control de la contaminación lumínica y en esta línea trabaja el equipo de Control Ambiental de la Agencia de Medio Ambiente y Agua. La REDIAM, recopila toda la información relativa a este trabajo y la pone a disposición de los usuarios para su conocimiento.
En octubre de 2019 será la última vez que apliquemos el sistema de cambio de hora en los Estados miembros de la Unión Europea. Para ese momento, los estados miembros habrán elegido entre permanecer con el horario de verano o pasar al de invierno. En este sentido, técnicos expertos en control de la contaminación lumínica de la Agencia de Medio Ambiente y Agua de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio a la Cabeza , con Estefanía Cañavate a la cabeza, insisten en que el esfuerzo por ajustar los horarios a la disponibilidad de luz natural por motivos de ahorro energético debe ir acompañado de un adecuado uso y diseño de los sistemas de iluminación exterior. Se trata de incorporar criterios de sostenibilidad, iluminando solo dónde y cuándo sea necesario, con la cantidad de luz justa y con un color lo más cálido posible.
El cielo en Andalucía como patrimonio natural
La aplicación de estos criterios ayuda a preservar la calidad del cielo nocturno, reduciendo los efectos adversos de la luz artificial sobre los seres vivos. Es importante destacar que el cielo de Andalucía es un patrimonio natural que va más allá del 30% de sus espacios protegidos; de hecho el 46 % de la superficie de la región tiene una calidad de cielo muy buena o excelente. Además, desde el 82% del territorio se puede observar la Vía Láctea; esto implica que el 17% de la población puede gozar de este privilegio sin salir de su municipio. No en vano, existen dos observatorios astronómicos de categoría internacional en las provincias de Granada y Almería.
De este modo, nuestro cielo constituye un recurso científico, económico, cultural y paisajístico, generador de empleo verde asociado a su preservación que se materializa en tres sectores diferentes: astroturismo, consultoría especializada e I+i, los dos últimos con una demanda de perfil de alta cualificación.
La Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio está tramitando un nuevo reglamento para la preservación de la oscuridad
El cielo constituye un recurso científico, económico, cultural y paisajístico. Además, se constituye como generador de empleo verde asociado a su preservación. Éste hecho se materializa en tres sectores diferentes: astroturismo, consultoría especializada e I+i. Por todo ello, la apuesta de la Junta de Andalucía por la preservación de este patrimonio natural se inicia hace más de una década con la incorporación de esta materia a la regulación autonómica mediante la Ley 7/2007, de 9 de julio, de Gestión Integrada de la Calidad Ambiental y su posterior desarrollo reglamentario, en el año 2010.
El nuevo reglamento incorporará los últimos avances tecnológicos, además de la experiencia y conocimientos adquiridos durante todo este tiempo. El objetivo principal del mismo es hacer compatible el desarrollo de la actividad humana en condiciones de confort y seguridad, con la preservación de la necesaria oscuridad natural de la noche, mediante la inclusión de criterios ambientales en el diseño del alumbrado exterior. Entre las innovaciones que contempla la norma, se encuentra la certificación de las zonas con calidad de cielo muy buena y excelente de Andalucía Ello, a modo de distintivo, con objeto de fomentar su reconocimiento como patrimonio natural y su explotación como recurso. La declaración de dichas zonas se fundamenta en el mapa de diagnóstico QSkyMap o Mapa de Calidad del cielo nocturno elaborado por la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio. Éste permite determinar la oscuridad del cielo en cualquier punto de la región.
La REDIAM tiene integrada toda esta información y la pone a disposición de los ciudadanos de diferentes formas:
- Accediendo a la ficha de metadatos del mapa de calidad del cielo nocturno en Andalucía. Enlace
- A través del Servicio de mapas WMS que el Catálogo de Servicios Web de la REDIAM. Enlace
- Mediante descarga directa. Enlace
Fotografías: Víctor González Suárez (www.fotografíaycielo.com)
- Más artículos de Paisaje y Visibilidad en el Blog de la Comunidad REDIAM
No me ha quedado muy claro si el valor de brillo que se utiliza para la clasificación de la calidad del cielo se refiere a un valor puntual tomado en el cénit o a un valor medio tomado en varios puntos a diferentes alturas. Porque si se refiere al cénit ¿en serio un cielo con 21,1 a 21,4 mag/arcsec2 se puede considerar «muy bueno»? Me gustaría conocer mejor la metodología utilizada. Gracias.
Le trasladamos respuesta de la Dirección General de Prevención y Calidad Ambiental, competente en materia de contaminación lumínica, a su consulta.
El mapa de diagnóstico de la calidad del cielo nocturno, QSkyMap, de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, se ha elaborado mediante el establecimiento de la relación funcional entre imágenes de brillo satelital difundido y más de 40000 medidas individuales representativas de toda la superficie de Andalucía.
El sistema implementado para la clasificación de la calidad del cielo en siete categorías hace referencia al brillo del mismo en el cenit, al igual que todos los mapas elaborados en el mundo hasta la fecha. Sin embargo, el modelo andaluz aporta mejoras significativas respecto a otros existentes, derivadas de un riguroso tratamiento previo de los datos que garantiza la calidad de los resultados. En líneas generales, este tratamiento ha consistido en:
Corregir la saturación encontrada en las zonas más contaminadas de la imagen satélite, mediante un proceso de realce.
Someter los datos obtenidos en las mediciones a un tratamiento previo y a un posterior análisis estadístico y astrofísico.
Como resultado se llegó a un modelo de mapa de oscuridad del cielo nocturno que establece una relación funcional entre la imagen de brillo satelital difundido y las medidas tratadas como se ha indicado, a través de un polinomio de cuarto grado. La calidad del ajuste en promedio es 0,209 mag, descendiendo de modo espectacular en las zonas oscuras por debajo de 0,1 mag.
Luego, los datos de la herramienta QSkyMap deben entenderse como representativos de la mediana del brillo integral en cada lugar.
Por consiguiente, se puede afirmar que un cielo con un valor de mediana de brillo de cielo en el rango de 21.1 a 21.4 mag/arcseg2 en el cenit, es muy bueno, y sin duda, hay que considerar excelente, la calidad de los lugares cuya mediana ascienda a más de 21.4 mag/arcseg2.
Por ejemplo, un valor según QSkyMap de 21.26 mag/arcseg2, implica que la mitad de las noches sin nubes y sin Luna, el brillo puntual medido sería más oscuro que ese valor, mientras que en la otra mitad de las noches, el valor medido sería más brillante.
El dato numérico utilizado en el ejemplo anterior corresponde a la mediana del brillo del cielo en el cenit en la cumbre del monte Calar Alto, en la Sierra de los Filabres, enclave que sin lugar a dudas, disfruta de un cielo “muy bueno”.
Entendemos su extrañeza y agradecemos su pregunta porque pone de manifiesto una duda bastante frecuente, debida a que en el mundo de la medida del brillo del cielo no se han asentado aún las prácticas de rigor estadístico que sí se aplican en otros campos. De hecho, es habitual que se intente caracterizar la oscuridad del cielo de un lugar aportando únicamente el mejor valor aislado medido, en lugar de un estimador estadístico significativo extraído de un conjunto de datos, que sería lo adecuado. Esta mala praxis permite dar valores más oscuros pero, obviamente, carece de sentido y resultaría engañoso, no haciendo ningún bien al campo de estudio de la contaminación lumínica.
Siguiendo con el mismo supuesto anterior, si en lugar de la mediana, se adoptase, por ejemplo, el valor correspondiente al percentil 98, se obtendría 21.65 mag/arcseg2 como valor representativo para Calar Alto. Este proceder, más acorde con las mencionadas tendencias que aún persisten en ciertos ámbitos, podría llevarnos a pensar que nuestros cielos son mejores, al caracterizarlos con números más elevados, pero desde esta Consejería, no se considera un modo adecuado de describir la realidad.
Añadir que la herramienta QSkyMap ha puesto de manifiesto tanto los cielos más oscuros como los de peor calidad de Andalucía y su explotación ha facilitado el desarrollo de una estrategia para la preservación del cielo, integrada por dos líneas de actuación, la primera de ellas consiste en la protección de las zonas más oscuras. La segunda, estrechamente relacionada con la anterior, se centra en trabajar sobre las zonas de peor calidad de cielo que a su vez son las de mayor potencial contaminante.
En paralelo, esta Consejería está trabajando en la redacción de un nuevo reglamento para la preservación de la oscuridad natural de la noche frente a la contaminación lumínica. El proceso de redacción y tramitación del mismo es totalmente participativo e integrador, a tal fin, se constituyó un equipo redactor multidisciplinar en el que se encuentran representados todos los sectores implicados para alcanzar un texto consensuado que garantice la protección del cielo andaluz, cabe destacar la pertenencia a este equipo de los dos observatorios astronómicos de carácter internacional ubicados en territorio andaluz y de la Red de Astrónomos Aficionados de Andalucía que aglutina a la mayoría de asociaciones astronómicas de la región. Como novedades de la norma, la regulación de la cantidad de luz azul emitida por las lámparas mediante el Índice espectral G, la reducción de niveles de iluminación o el establecimiento de objetivos de calidad.